BIO: Carlos Kunst es Ing. Agrónomo (UBA) y PhD (Texas Tech University, USA). Trabaja en investigación en manejo de pasturas naturales y en ecología de fuego desde 1990 en distintos ecosistemas argentinos: sabanas y arbustales chaqueños (1990 hasta la actualidad), bajo dosel de pino en la Mesopotamia y la Patagonia (1996 – 2016), y manejo de fuego en plantaciones del Delta de Paraná (2012-2013). Fue editor y compilador del libro ‘Fuego en los Ecosistemas Argentinos’, Ediciones INTA, 2003. Fue Coordinador el Proyecto INTA-Unión Europea ‘Fire Paradox’ (2007-2010) y ha publicados artículos científicos y de difusión sobre el tema en nuestro país y en el extranjero.
Resumen
El objetivo de esta presentación es comentar los efectos del fuego en suelos de pastizales y sabanas. En los ecosistemas denominados ‘sabanas y pastizales’, tipos de vegetación nativa muy comunes en la Argentina, el fuego es considerado un factor ecológico, llamado así porque contribuye a la formación y existencia de esas formaciones vegetales abiertas. El fuego actúa emitiendo calor, que se transmite a través de la radiación, la convección y la conducción. Solo los dos primeros procesos son importantes en fuegos de pastizales y sabanas. El calor transmitido por alguno de estos procesos es absorbido por los cuerpos circundantes, que aumentan su temperatura. Los efectos del incremento de la temperatura son relativamente fáciles de predecir a través de información proveniente de la física y de la química (Fig. 1). La coagulación de proteínas se produce a temperaturas menores a 100 °C. Por otra parte, la evaporación de agua ocurre a 100°C. El nitrógeno – elemento clave de los suelos- se vaporiza a los 200°C. Otras sustancias recién se volatilizan por arriba de los 600-700 °C. ¿Qué temperaturas se alcanzan en los suelos de pastizales y sabanas?. Entre un 60-70 % de la energía liberada durante esos fuegos se escapa hacia ‘arriba’, hacia la atmósfera. El resto está ‘disponible’ para ser absorbido por el suelo. Este es en general, inerte, y absorbe muy poco, salvo cuando está húmedo, porque el agua se calienta y circula por los poros en forma de vapor de agua y produce un efecto ‘autoclave’.
Otro aspecto a tener en cuenta es la ‘carga’ de combustible, es decir la biomasa seca presente y disponible que ser quemada.
A mayor carga de combustible, mayor cantidad de ‘calor’ y por lo tanto mayores probabilidades de efectos no deseados del fuego. Para predecir los efectos del fuego en pastizales y sabanas es importante entonces estimar la carga de combustible, es decir los kg de materia seca por ha. Los pastizales y sabanas están compuestos por pastos, es decir combustibles finos de rápida combustión. La temperatura de la superficie del suelo puede ser alta, pero en el cuerpo del suelo, a los 1 -2 cm rara vez la temperatura alcanza los 100 °C. Se produce así en efecto de destrucción parcial de la materia orgánica viva (microorganismos) y muerta (el famoso ‘humus’) que genera el corto plazo un efecto de aumento de fertilidad actual. Los pastos están adaptados al fuego: sus raíces no son generalmente afectadas, y sus yemas están protegidas del calor. El crecimiento después del fuego es generalmente vigoroso ya que aprovechan el nuevo flujo de fertilidad. Las nuevas hojas son verdes, es decir que son ricas en proteína, contrastando con la biomasa seca y vieja que existía antes del fuego.
Las interacciones descriptas en el párrafo anterior sugieren que todos los distintos fuegos NO son iguales. Los fuegos ocurren en los ecosistemas, que son diferentes en sus climas, sus suelos y su régimen de fuego. Por lo tanto, su interpretación en un contexto ecológico es diferente.