En un contexto de cambio climático, en los Pirineos nos encontramos con dificultades para gestionar las zonas interfaz entre lo urbano y el bosque (antiguas parcelas agrícolas conquistadas por la vegetación forestal). Esto representa un aumento del riesgo de incendios, una barrera para la continuidad ecológica (que facilita la adaptación de las especies al cambio climático) y una pérdida de los recursos forrajeros, de la que dependen actividades multifuncionales como el pastoralismo. Este proyecto pretende aportar soluciones integrales para ayudar a los gestores de estos espacios (parques naturales, entidades públicas, habitantes) a gestionar de forma sostenible estos espacios y luchar así contra el cambio climático y disminuir el riesgo de incendio.
Para ello, pondremos a la disposición de dichos gestores los resultados de nuestro trabajo: dos modelos de simulación de fuegos, que permita ordenar las actuaciones de prevención y dos guías técnicas de apertura de espacios baldíos y mantenimiento de esos espacios una vez abiertos (gracias a técnicas como el desbroce, el silvopastoreo o las quemas prescritas). Diferentes actores de Cataluña , Andorra y Occitania (parques naturales, gestores del territorio, escuelas forestales e institutos de investigación y transferencia de conocimientos) trabajarán juntos desde abril de 2024 a marzo de 2027 sobre algunos de los valles que conectan los tres territorios, mutualizando sus conocimientos y competencias complementarias, para permitir que nuestros resultados puedan fácilmente implementarse en nuestros territorios y adaptarse a otros territorios del Pirineo o del Sudoeste de Europa.
La Fundación y el Parc Natural de l’Alt Pirineu lideraremos la elaboración del Plan estratégico de gestión sostenible del régimen de fuego del Parc Natural de l’Alt Pirineu. El objetivo de este plan es identificar y zonificar objetivos estratégicos con un enfoque aplicado a la gestión adaptativa y multifuncional que sea capaz de operar a una escala de paisaje significativa. La innovación se basa en integrar el fuego como proceso ecológico, identificar intereses comunes entre actores clave para establecer consensos bajo escenarios de emergencia, basándose en un proceso de pre-planificación de la emergencia que permite socializar la toma de decisiones en beneficio del bien común así como crear un marco de trabajo transversal con los actores clave del territorio. Esta metodología se realizará mediante un proceso participativo, favoreciendo la resiliencia y la sostenibilidad a nivel social y ecológico.