Financiado por la Unión Europea, el proyecto CARMINE quiere fortalecer la resiliencia climática en las comunidades metropolitanas de toda Europa. Al proporcionar herramientas, estrategias y planes, el proyecto tiene como objetivo mejorar la adaptación y la mitigación en línea con las políticas climáticas de la UE. Con este fin, CARMINE ha seleccionado ocho áreas de estudio en varios países, cada una de las cuales representa diversos perfiles socioeconómicos, tipos de comunidades, vulnerabilidades y distintos tipos de impacto climático.
“Barcelona es una de las ocho zonas de estudio de Europa elegidas para el proyecto. La atención se centra aquí en mitigar el riesgo de incendios forestales a gran escala, un problema apremiante exacerbado por el cambio climático. Es importante evaluar este riesgo a escala urbana bajo diversos escenarios climáticos y de gestión, y así diseñar estrategias de adaptación y mitigación para hacerlos frente, con proyecciones de futuro que se extienden hasta 2030 y 2050”, afirma Guillem Canaleta, responsable de proyectos del Pau Costa.
Para empezar a trabajar en el caso de estudio de Barcelona, la Fundación Pau Costa junto con Mitiga Solutions , una startup de tecnología climática, celebraron el 3 de diciembre una reunión en la ciudad para establecer un Living Lab, es decir, un grupo de trabajo multisectorial compuesto por representantes de los sectores público y privado en los ámbitos de la conservación, agrosilvicultura, protección civil y ciencia. El Living Lab promueve procesos de co-creación y supervisa el desarrollo de nuevas estrategias para la gestión del riesgo de incendios forestales en el contexto del cambio climático.
En esta primera reunión, el Barcelona Living Lab desarrolló un mapa integral de los desafíos del cambio climático, identificó riesgos clave, impulsores y posibles soluciones de adaptación y mitigación (incluidas las soluciones basadas en la naturaleza) al tiempo que abordó las barreras de implementación. Se estableció un debate interesante en una atmósfera dinámica que permitió a los participantes contribuir activamente con sus conocimientos y experiencia.
«Los incendios forestales están profundamente ligados a nuestro clima cambiante, y mirarlos a través de esa lente es fundamental para empoderar a las organizaciones a actuar ante la incertidumbre y generar más resiliencia», explica la Dra. Eleftheria Exarchou, científica climática sénior de Mitiga.
El Living Lab guiará el desarrollo de un marco de Gemelo Digital para el Área Metropolitana de Barcelona, que estará diseñado para evaluar el riesgo de incendios forestales extremos en diferentes escenarios climáticos futuros. El desarrollo conjunto de un marco de adaptación y resiliencia climática con las comunidades locales ayudará a las autoridades y a la sociedad a diseñar medidas participativas de reducción de riesgos, incluidas soluciones basadas en la naturaleza, de acuerdo con los diferentes escenarios climáticos.
Están previstas dos reuniones adicionales durante el próximo año para definir objetivos sectoriales específicos de cambio climático adaptados a las prioridades y necesidades de la región. Estos encuentros se centrarán en la formulación de vías estratégicas para la adaptación y la mitigación, impulsando la resiliencia y la sostenibilidad en el área metropolitana de Barcelona.
