FIREPRIME: un programa europeo de comunidades preparadas frente a los incendios forestales

El proyecto FIREPRIME («Programa Europeo para Comunidades Preparadas frente a los Incendios Forestales«) celebró su reunión de inicio los días 6 y 7 de febrero en el Campus Besòs de la UPC en Barcelona. Esta reunión inicial contó con los socios de FIREPRIME (CERTEC-UPC, coordinador; Fundación Pau Costa; IN3-UOC; RISE Research Institutes of Sweden AB, y Universitaet Fuer Bodenkultur Wien, BOKU) para revisar los paquetes de trabajo del proyecto, el calendario y la organización, a la vez que se revisaron las tareas y se planificaron las principales actividades para los próximos meses. FIREPRIME es un proyecto de dos años que ha recibido financiación (673,698 euros) del programa UCPM-2023-KAPP de la UE.

El objetivo principal de FIREPRIME es poner las bases para una iniciativa paneuropea que fomente una cultura resiliente al fuego entre las comunidades de Interfaz Urbano-Forestal (WUI). Contar con comunidades informadas y bien preparadas ante la creciente intensidad y magnitud de los incendios forestales en Europa, es clave para facilitar el trabajo de los servicios de protección civil durante una emergencia por incendios forestales.

«FIREPRIME desarrollará el conocimiento, las herramientas y los servicios necesarios para construir e implementar un programa integral de prevención y preparación de riesgos en toda Europa, centrándose principalmente en la protección civil. Inspirado en otros marcos colaborativos como Firewise en los EE. UU. o FireSmart en Canadá, FIREPRIME tiene previsto proporcionar la base para un programa genuino de la UE para fomentar la resiliencia al fuego entre las comunidades WUI», dice Elsa Pastor, de CERTEC-UPC, y coordinadora del proyecto.

En términos de trabajo a realizar, FIREPRIME planea conceptualizar el marco del programa y la gobernanza a nivel piloto, así como crear e implementar un conjunto de herramientas que incluya una aplicación para teléfonos inteligentes de autoevaluación, pautas de seguridad, listas de verificación y materiales educativos destinados a reforzar la resiliencia ante incendios forestales en tres puntos focales: hogares, comunidades e infraestructuras. Las herramientas del proyecto se desarrollarán y probarán en tres regiones europeas, cada una caracterizada por regímenes de incendios, ecosistemas y perfiles socio-demográficos únicos: la provincia de Barcelona en España (Europa Mediterránea), el Tirol en Austria (Europa Central) y Gotemburgo en Suecia (Europa del Norte).

«Los municipios y regiones donde se llevará a cabo la implementación de FIREPRIME han sido seleccionados específicamente en base a su complementariedad. Esta selección proporciona a FIREPRIME una base sólida para una mayor explotación en áreas con características similares a nuestros sitios piloto, cubriendo otros países del Mediterráneo, Europa Central o Europa del Norte», agrega Elsa Pastor.

FIREPRIME también planea talleres con diferentes actores clave para comprender y enfocar mejor el diseño e implementación de las herramientas en las pruebas piloto. En este sentido, el proyecto prioriza la inclusividad, la capacidad de respuesta y la sensibilidad a diversos escenarios, fomentando la colaboración con actores locales y comunidades WUI. Las ideas extraídas de la implementación de FIREPRIME permitirán la co-creación de un plan estratégico con los diferentes actores para la transferencia y utilización sostenibles del proyecto en otras regiones propensas a incendios en Europa.

«En cuanto a las pruebas piloto, diseñaremos un plan de sostenibilidad junto con los actores locales. Este plan establecerá una gobernanza local, que seguirá la estructura y los roles ya establecidos para la implementación piloto. Se identificarán fuentes de financiamiento locales y se incluirá una estrategia para designar un consejo de administración de FIREPRIME. Paralelamente, se desarrollará un plan para expandir el programa FIREPRIME para cubrir más áreas propensas a incendios en la UE. El plan incluirá la identificación de beneficiarios potenciales como gobiernos, autoridades públicas y ONGs, y la participación de actores locales para asegurarse de que tengan el conocimiento y los recursos necesarios para implementar el programa de manera efectiva», concluye Elsa Pastor.

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